jueves, 7 de junio de 2012

El drama de La Pereda

Manuela tiene unos 75 años y vive en la residencia de La Pereda (Santander) desde hace varios años. Es viuda y por un problema con el piso donde vivía, tuvo que abandonarlo. Pidió plaza en este centro donde, pagando un porcentaje alto de su pensión, reside y hace su vida. Se relaciona a la perfección con el personal del centro y con sus compañeros y compañeras. Acude a clases de informática para estar al día y ha acondicionado su vida a este lugar al que, hoy por hoy, pertenece. El CAD La Pereda cierra sus puertas y deja a Manuela y a decenas de personas más en la  calle o, al menos, es así como ellos se sienten. El Gobierno de Cantabria, que se caracteriza básicamente por lamerle el culo al gobierno central y poco más, lo cierra y redistribuye a los residentes por varios centros de la Comunidad de Cantabria. Y he ahí el drama del que, hasta que no lo escuchas de la boca de uno de ellos, no te haces realmente consciente. Manuela paga por una habitación individual con baño propio y se muda, obligada, a una habitación compartida con baño para cuatro. No lo entiende. El centro de La Pereda no está acondicionado según la normativa para cierto tipo de dependencias. De acuerdo, pues adáptenlo, señores. No. Lo echamos abajo y veremos a ver lo que hacemos con el solar que, a la sazón, está en El Sardinero, a escasos doscientos metros de sus hermosas playas (si se me permite la subjetiva apreciación) y rodeado de carísimos edificios de viviendas ajardinadas, con piscina y pista de tenis-pádel. Manuela está triste y también Ángel, al que destinan a Laredo. Es santanderino y Laredo se encuentra a unos cincuenta kilómetros de Santander. Su familia y amistades están en la capital y normalmente, las personas como Ángel no disponen de vehículo propio puesto que se trasladan fácilmente utilizando el transporte público. 


Ya sé que no es una tragedia, que hay cosas terribles pasando. Filo y Tere no andan mal económicamente pero eligieron vivir en una residencia porque no querían ser una carga para sus hijos ni plantearse envejecer con las dificultades de vivir solas en sus casas que, todos sabemos se vuelven trampas mortales con los años. No es una situación límite porque te reubican pero yo me pregunto ¿qué hay de la dignidad y del respeto? ¿qué hay de la libertad de elegir vivir, insisto, pagándolo, en un centro que se adaptaba perfectamente a tus circunstancias e intereses? Por no hablar del personal laboral. Del total de los trabajadores del centro, entre 40 y 50 personas son personal de este tipo y, en principio, se van a la calle. A los funcionarios, unos 40,  los trasladan con el consiguiente despido de parte del personal laboral de los centros que los absorben. Está claro que la consecuencia del cierre, en este ámbito concreto, es el despido en cadena de un número elevado de trabajadores en tiempos en los que, se supone, hemos de fomentar la creación de empleo. 


Desde aquí aconsejamos no acalorarse demasiado a los afectados, y dejar todo el marrón en manos de la Virgen del Rocío que, según la Ministra de Desempleo Fátima Bañez, nos da trabajo, alegría, esperanza y...¡ la vida si hace falta!


7 comentarios:

Marisa dijo...

Son tiempos difíciles, convulsos e indignos.

Un saludo.

JotaEfe dijo...

Es comodísimo delegar responsabilidades en la Blanca Paloma porque así, si no salimos de la situación, siempre podremos responsabilizar a Cristo y a la Virgen. Que capaces son. Saludos.

Marcos dijo...

Es una situación vomitiva, tanto la del cierra de la residencia de ancianos(donde vive gente, que alguno se le olvida)como lo de encomendarse a vírgenes y santos.

País de pandereta y vergüenza...

Boris dijo...

Mucha gente trabajó duro toda su vida y cuando llegas a la 3º edad lo único que se espera es vivir esos últimos de forma tranquila, ellos no pueden sufrir las consecuencia de lo que hacen mal los que toman las decisiones

Laura dijo...

El drama continua e incrementa, lejos de ir a menos. ¿Os acordáis de Ángel?


http://www.eldiariomontanes.es/20120611/local/santander/residente-pereda-niega-dejar-201206111236.html

Tropiezos y trapecios dijo...

Sí...por desgracia es habitual encontrarse noticias como esta practicamente a diario. Creo que la palabra que ando buscando es : VERGÜENZA. Gracias por compartir un pedacito de realidad, buena falta nos hace que empiecen a corre notícias de estas también por los blogs, la difusión es poder ;)
Un abrazo más que enorme!!!
Favole

Tropiezos y trapecios dijo...

Para si es un drama este tipo de cosas, sobre todo porque siempre van a putear a quién menos lo merece y a quién "estorba".

Pásate toda una vida de lucha para que luego cuando disfrutas tus últimos años intenten amargártelos. Menos mal que la mayoría de personas mayores son optimistas y vitalistas, si no no habrían vivido tantos años y sabrán sobrellevarlo, pero sigo pensando que es injusto, muy injusto.

En fin.

Un abrazo grande, ojalá este tipo de cosas no pasaran nunca.