miércoles, 13 de febrero de 2013

Hubo un tiempo

La habitación de Arles. V. Van Gogh.


Hubo un tiempo en el que quise escribir tanto que las palabras parecían no tener fin.
Un tiempo no muy lejano en el que los versos, mal compuestos y sin rima, se asomaban a mi boca queriendo escapar y plasmarse en algún lado. Un tiempo en el que los tumultos sociales y políticos, en el que las cosas que nos ocurren, tenían un hueco reservado entre la t y la r de mi teclado.

No sé si ese tiempo se fue o pasó sin más. No sé si murió o lo mataron.
No sé. Tal vez, simplemente, lo dejé pasar, como el tren que tantos poetas dejaron pasar en sus canciones.

Es posible que hayan pasado tantas cosas que al final no haya pasado absolutamente nada y mi mente, hoy más cansada, necesite un cambio o un rumbo.
Es probable que no debiera cuestionarme esto ahora pero el genio es así, caprichoso y desobediente; aparece y desaparece como por arte de una magia en la que no creo.

No sé si ese tiempo se fue o pasó sin más. No sé si murió o lo mataron.
No sé por dónde empezar para abarcar todos los retrasos que se me acumulan. La protesta incansable del que lucha, la vergüenza obscena del gobernante, la tristeza del que espera, la desesperación del que no sabe. Tantas cosas, insisto, han pasado, que parece que no haya pasado nada.
Y en mi pecho un latido y una señal de alerta. Es tu momento, me dice, sal y camina.

6 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Sal y camina, denuncia y actúa, escribe y transmite.

Sé que el tiempo es reducido, y que a veces no queda ni un resquicio donde plantar una letra.

También sé que hay gente para lo que no está hecho el quedarse mirando.

Cuídate.

Marcos dijo...

A veces hay que hacer un receso en el camino para seguir más tarde

Marcos dijo...

A veces hay que hacer un receso en el camino para seguir más tarde

Ferragus dijo...

Descuida, Laura; arrógate a tu talento. Miras con genuino anhelo los asuntos a la fecha; intuyes con asombro que es tiempo de una nueva trenza.
Felicidades, amiga.

Óscar Sejas dijo...

A veces se pierden las fuerzas pero no hay que dejarse vencer. Siempre hay cosas que contar y sobre las que escribir.

La única lucha que se pierde es la que se abandona. Ya lo sabes.

¡Un beso!

Laura dijo...

Gracias por vuestros comentarios tanto por aquí como por la página Facebook o por Twitter. Me habéis dado el empujoncito que necesitaba.

Abrazos fuertes.